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La polémica en torno a la denominada unión civil no matrimonial entre personas del mismo sexo ha puesto en alerta al arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, quien días atrás opinó que en caso de aprobarse la polémica ley, se estaría vulnerando un orden natural preestablecido.

Por ello, ayer el Cardenal del Perú planteó un referéndum para zanjar el debate que existe sobre la unión civil entre personas del mismo sexo y el aborto terapéutico.

"Si hay un deseo de entrar a esos temas, que se vaya a un referéndum, que se consulte a la población", sostuvo.

Y es que luego de emitido, el miércoles último, el informe del Ministerio de Justicia en el que se esgrime que dicha iniciativa legislativa es "jurídicamente viable", Cipriani afirmó que resultaría impensable que el tema "puedan definirlo 20 personas en un Congreso o cuatro grupos de unas ONG".

Luego, el arzobispo de Lima exhortó al sector político a tener cultura democrática y, "si hay temas que están reflejados en la Constitución, no busquemos modos de saltarnos la Constitución. Vayamos por el camino establecido, hay cosas que se pueden modificar legalmente".

"Son temas que cambian profundamente la naturaleza de la familia, cambian profundamente la protección de la vida y, por lo tanto, trascienden, son más importantes que una simple discusión o que una propuesta legislativa", continuó.

El prelado de la Iglesia Católica añadió que son temas que merecen ser debatidos y, en caso de equivocarse, "tendré que rectificarme".

HASTA EL TECHO. En la otra orilla, el presidente del Movimiento Homosexual de Lima (MOHL), Giovanni Romero, definió como favorable el nuevo escenario en el que se encuentra su gremio por el exitoso avance del proyecto de ley de unión civil no matrimonial entre personas del mismo sexo, por lo cual -acotó- Cipriani parece estar "desesperado".

"Debemos recordarle al Cardenal que los derechos humanos no se someten a votación, no se negocian. Los derechos humanos son inherentes a todas las personas", expresó.

Sostuvo que su posición está basada en la decisión tomada por el Ministerio de Justicia y la Defensoría del Pueblo, que han señalado que el proyecto de ley tiene fundamento constitucional y, sobre todo, no viola los derechos de terceros.

El referéndum invocado por Cipriani, agregó Romero, "es un intento desesperado del Cardenal ante la posibilidad de que tengamos un país más justo y respetuoso de la felicidad de todas las personas".

NO ES SU FORTALEZA. Al respecto, Juan Carlos Eguren, presidente de la Comisión de Justicia del Congreso (instancia en la que se debate el proyecto), dijo que entiende y comparte la preocupación del arzobispo de Lima.

Sin embargo, remarcó que el debate sobre la denominada unión civil se centra en el marco de "temas que son eminentemente jurídicos, vinculados a los derechos humanos, en los que el Perú es parte de tratados internacionales que promueven la igualdad".

Añadió que monseñor Cipriani tiene derecho a opinar, pero su mayor fortaleza no se ubica en el campo legal.

"Yo creo que su fortaleza está en el ámbito religioso y de reflexión, más que en los temas político-jurídicos", precisó Eguren.

"Queremos que se debata abiertamente y escuchar las opiniones. Y la de monseñor Cipriani es una opinión sumamente importante, pero tampoco es la única opinión que deba cumplirse", puntualizó.

Si bien calificó el tema de "controversial", le pidió a Cipriani que confíe en el Congreso, porque sus integrantes fueron elegidos por el pueblo para que lo represente.

"Creo que no hay que adelantarse. Lo que hay, por ahora, es un predictamen que será debatido en la Comisión de Justicia (en 12 días) y podría archivarse, modificarse o aprobarse tal como está", explicó.

VARIAS ETAPAS. Según Eguren, de aprobarse en comisiones el proyecto de unión civil entre personas del mismo sexo, aún deberá ser aprobado por 120 parlamentarios que integran el pleno del Congreso, para luego pasar por el Poder Ejecutivo.

Eguren consideró que este asunto debe ser ampliamente debatido y, por ello, ante la preocupación del cardenal Cipriani, lo invitó a dialogar junto a su grupo de trabajo sobre el tema, si así lo desea.

"En la comisión somos plurales, pero son requisitos básicos la prudencia y el respeto a las ideas. Por ello, más aún tratándose del cardenal Cipriani, con todo gusto, si él solicita participar en la comisión, será bienvenido. También lo serán otros gremios", aseguró.

DIARIO CORREO