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Ya descansa. El dolor de los padres, hermanos y vecinos de la escolar era notorio en el sepelio. Muchos demandaron buscar al culpable y aplicarle la pena de muerte. (Foto:Difusión)

Redacción:

Alexi Velásquez

Sin consuelo pero con las fuerzas para lograr justicia, se muestran los familiares de Jimena, la niña de 11 años que fue hallada el último jueves calcinada en San Juan de Lurigancho. Ayer, su sepelio estuvo marcado por el dolor y la impotencia.

Los restos de la niña descansan ya en un cementerio de Huachipa pero esto, lejos de significar el fin de esta terrible historia, representa el inicio de la tenaz lucha que han emprendido sus padres por dar con el asesino.

“Ella no vino a clases”, fue la respuesta que Jorge Vellaneda y Diana Ruiz, papás de la menor, recibieron en la comisaría de Canto Rey tras reportar su desaparición.

Jimena recibía allí un curso de bisutería como parte de un taller de vacaciones útiles, y ese jueves su propio papá la había llevado a clases a las 8:15 de la mañana.

Por la tarde, videos de cámaras de seguridad de casas vecinas a la dependencia policial revelaban lo contrario: Jimena salía de la comisaría al promediar las 10:30 a.m. Sí había estado en ella.

Principal sospechoso

Decepcionados por la contradicción en que cayeron los efectivos policiales, los padres emprendieron sus propias investigaciones y estas dieron ayer algunos resultados.

Con la ayuda de familiares y vecinos, los padres de Jimenalograron obtener un video estremecedor: en él se aprecia a la niña a bordo de una bicicleta conducida por un sujeto que vestía polera blanca, bermuda, zapatillas y una gorra que impedía ver su rostro con claridad. Pero esto no fue impedimento para descubrir de quién se trataba.

Tras continuar con las averiguaciones, el nombre de César Augusto Mendoza Alva salía a la luz, y con él sus antecedentes. Este hombre de 37 años, natural de Ica, cuenta con dos acusaciones por violación sexual contra dos menores, y otra acusación por tráfico ilícito de drogas.

Por fuentes de la Policía se supo que es un “datero” o colaborador de la propia comisaría de Canto Rey, pero ninguna autoridad de esta dependencia ha salido a declarar o desmentir algo al respecto.

Efectivos de la unidad de Homicidios de la Dirincri iniciaron ayer su búsqueda, pero en la dirección que figura en el DNI de Mendoza Alva, lote 5 Mz F-10 del asentamiento humano 10 de Octubre, en San Juan de Lurigancho, no fue encontrado.

Hicieron lo propio en las viviendas de sus familiares pero tampoco lo hallaron, algo que para la Policía refuerza las sospechas en su contra. Su búsqueda continúa.

Bicicleta hallada

Ayer, cuando el féretro de Jimena fue llevado a la comisaría de Canto Rey donde sus familiares hicieron un plantón para exigir justicia, efectivos de la Dirincri realizaban el hallazgo de la bicicleta de propiedad de César Mendoza.

Fue ubicada en el segundo piso del inmueble de la Mz L, lote 21 de la urbanización San Gabriel, donde el presunto asesino alquilaba una habitación. Peritos de Criminalística ya examinan el lugar en busca de evidencias. 

La pequeña Jimena tenía once años e iba a culminar sus estudios primarios en el colegio Ramón Castilla de San Juan de Lurigancho. Sus vecinos y familiares coinciden al señalar que era una niña aplicada y con gusto por el estudio y la escuela.

Su madre, entre sollozos, logró contar que su hija deseaba estudiar medicina para “curar a las personas”.

Esos anhelos quedaron truncos el jueves cuando una desalmada persona le quitó la vida.

Los padres de Jimena lograron hallar el cuerpo de su hija y poder darle sepultura gracias al aviso de un motociclista que a las 5:00 a.m. del viernes alertó a los efectivos policiales de que un cuerpo ardía en llamas junto a un poste de alumbrado público.

POR: LA REPÚBLICA.