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Incluso para ellos, para los entusiastas de la botella que pasa de mano en mano, es inexplicable lo que ocurrió hace unos días. “No sabíamos nada, nos enteramos por las noticias”, refieren al ser consultados sobre Héctor Javier Guerra Salguero, el auxiliar del único colegio del pueblo, acusado de haber abusado sexualmente de varios niños.

Y es que en San Matías, Héctor era un personaje muy querido, un amigo incondicional, especialmente para los niños. “Él no era profesor como han informado. Solo era auxiliar y guardián, pero ayudaba a los niños más pequeños con sus tareas. Decía que le gustaba enseñar y que lo hacía por vocación”, asegura un morador.

Son aproximadamente 60 familias las que integran esta comunidad campesina ubicada en el distrito de El Carmen. La mayoría de sus habitantes estudió la primaria en el colegio nacional N° 22685, donde la mañana del 19 de octubre, Guerra Salguero fue detenido ante el desconcierto de decenas de niños a los que solía llamar “hijos”.

“Héctor es soltero y trabajaba para ayudar a su mamá. Por eso decía que los niños eran como sus hijos. Yo estudié en ese colegio y él me ayudaba con mis tareas, también a mis hermanos y ahora a mis sobrinos. Nunca se propasó con ninguno de nosotros”, asegura, sorprendida, la teniente gobernadora de San Matías, María Luisa Castilla Vásquez.

La dirigente vecinal afirma que entre Guerra y su familia siempre hubo una relación amistosa, por lo que su detención significó un golpe muy duro y a la vez una decepción. “Nunca imaginé que escondía una doble personalidad, pero yo solo hablo de lo que conozco. Eso sí, si tiene algo que pagar, tendrá que pagarlo en la cárcel”, sentencia.

Otra prueba del cariño que la población sentía por Héctor, es que uno de esos “hijos” a los que ayudaba con sus tareas, le pidió que sea su padrino de primera comunión. Los padres del menor, ante lo acontecido, temen que la empatía entre su hijo y el detenido se deba a un posible abuso. Por ello mantienen absoluta reserva.

Un importante detalle que ayudó a descubrir los actos cometidos por Héctor fue el robo perpetrado hace 20 días en el colegio de San Matías. Durante el asalto, Héctor habría reconocido a uno de los ladrones y por ello es que este, en venganza, entregó a las autoridades la laptop en la que almacenaba fotos y videos de abuso infantil.

Ese día, Héctor fue interceptado cuando retornaba de su casa en el caserío La Garita, para pernoctar en la habitación que ocupaba como guardián del centro educativo. “Lo golpearon y amarraron. Le quitaron las llaves y entraron a robar. Se llevaron cámaras, televisores, impresoras y su laptop. Según su familia, Héctor reconoció a uno de los ladrones y fue a buscarlo días después”, informó un vecino que prefiere ocultar su identidad por temor a represalias.

Lo cierto es que Guerra ha aceptado que abusó de al menos 10 menores durante el tiempo que trabajó como guardián y auxiliar. En su declaración preliminar para la Policía, y ante las evidencias, admitió que comenzó a seducir a sus víctimas en el año 2000 y que actualmente mantenía una relación con un menor de 13 años.

“Todos estamos sorprendidos. Yo estudié en ese colegio y conocí a Héctor, pero nunca me faltó el respeto. Cuando me enteré de la noticia, lo primero que hice fue preguntar a mi hijo de 6 años que estudia ahí y al de 13, que ya está en secundaria. Ambos me aseguraron que nunca los tocó”, declara la vecina Gloria Millán.

Hace 10 años, un ex director del citado colegio, identificado como Elías Romero, fue denunciado por tocamientos indebidos en agravio de una niña.

Hoy lunes, la Policía de Chincha y la Fiscalía revisarán los celulares de Héctor Guerra Salguero en busca de más evidencias.