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Lima, qué ciudad tan violada. Llegan las elecciones y todos los candidatos desean el premio mayor “La alcaldía de Lima, algún distrito o región” , para llegar a esa meta final utilizan ciertas mañas para ganar, los miembros de mesa revisan cédula tras cédula pero en algunos lugares aparecen los votos fantasmas de la nada, se mete una mano negra e infiltra votos golondrinos para aquel candidato que no tiene quien le ladre y ¡Sorpresa, sorpresita! , ganador.

Hace poco, fui a una comisión donde tres candidatos de los partidos de Acción Popular, Siempre Unidos y Perú Posible realizaron una conferencia donde nos informaron sobre posibles voto golondrinos en el Distrito de Santa Rosa donde el electo alcalde es acusado por votos golondrinos de personas de su misma localidad, de Pachacútec y Ventanilla, asimismo, por tráfico de tierras, realizó una promesa con estas personas por la entrega de 120 m2, bonita manera de convencer al pueblo.

Por otro lado, en nuestra capital también hay problemas. En la Municipalidad de San Isidro también se presentó un presunto voto golondrino con dirección de la calle Godofredo García, en ese lugar vivirían militantes del Partido Popular Cristiano.

Luego, en Chimbote también existe otra revuelta. En el distrito de Samanco en la Oficina Descentralizada de Procesos Electorales del Santa se presentó una denuncia en contra del alcalde electo y el pueblo acusa el hecho y desean que se les sancione aquellas personas que se prestaban para tal tontería. El padrón oficial aprobó 3 mil 384 votantes pero de la noche a la mañana aparecieron 3 mil 430 votantes favoreciendo a Somos Perú – ¡What the fuuuuuuucccckkkkk! – mejor no votemos.

Y como dice la canción de Julio Andrade – “Se la llevan fácil” – que rico es llevarse el cargo sin mucho esfuerzo. Con razón, estamos jodidos con autoridades que se prestan para el juego sucio por no malograr su imagen, no hay humildad a la hora de ejecutar una campaña y ganar de manera limpia.

Floro barato y sentimentalismo. Votos golondrinos y promesas al aire. Son detalles que afectan nuestro derecho de voto y la libertad que tenemos de elegir sin corrompernos, aquellas personas que se dejan manipular por estos corruptos, están cometiendo un error que luego, ellos se quejan y rajan del mal manejo de su localidad. “No votes por votar, que el mal postor es quién menos trabaja por tu pueblo”.