Cañete: ingeniero muere en un silo tras tratar de rescatar a compañeros
sábado, 20 de diciembre de 2014
, Posted by sincensuracanete.blogspot.com at 17:03
Texto y foto: Abel Antón
Aquella mañana, José Antonio Cáceres Cuadros, se despidió como siempre de su familia con la promesa de regresar por la noche para cenar juntos.
Pero la tragedia se ocupó de que no pueda cumplir tal deseo. Es que el ingeniero de profesión, fallecería horas después, asfixiado dentro de un pozo séptico de ocho metros de profundidad.
El profesional de 37 años pereció junto a otros dos compañeros a quienes pretendía rescatar de la muerte. Tres vidas se apagaron en apenas 20 minutos.
SIN EQUIPOS
La empresa Icom realiza en el centro poblado menor Los Ángeles, en Quilmana, trabajos de alcantarillado.
Por ello, pasadas las 4:00 de la tarde, Yeral Villar Borjas (28) y Abel Lario Quispe (33) descendieron al pozo para desatorarlo.
Lo hicieron sin mascarillas ni equipos. Tenían la misión de retirar palos, latas y tierra, que impedían el normal paso de las aguas.
Pero poco después, los fuertes olores los atraparon e hicieron perder el conocimiento.
TRISTE FIN
Sus compañeros desde arriba del pozo, dieron la alerta. Les lanzaron cuerdas pero fue en vano.
En medio de la desesperación, Cáceres Cuadros tomó la determinación de rescatarlos y bajó. Allí, corrió la misma suerte que sus dos compañeros.
Un cuarto trabajador estuvo también tentado de ingresar para sacar a sus amigos, pero se lo impidieron.
Estupefactos vieron cómo tres compañeros de trabajo, expiraban sin poder hacer mucho por ayudarlos.
Pero la tragedia se ocupó de que no pueda cumplir tal deseo. Es que el ingeniero de profesión, fallecería horas después, asfixiado dentro de un pozo séptico de ocho metros de profundidad.
La empresa Icom realiza en el centro poblado menor Los Ángeles, en Quilmana, trabajos de alcantarillado.
Por ello, pasadas las 4:00 de la tarde, Yeral Villar Borjas (28) y Abel Lario Quispe (33) descendieron al pozo para desatorarlo.
Lo hicieron sin mascarillas ni equipos. Tenían la misión de retirar palos, latas y tierra, que impedían el normal paso de las aguas.
Pero poco después, los fuertes olores los atraparon e hicieron perder el conocimiento.
TRISTE FIN
Sus compañeros desde arriba del pozo, dieron la alerta. Les lanzaron cuerdas pero fue en vano.
En medio de la desesperación, Cáceres Cuadros tomó la determinación de rescatarlos y bajó. Allí, corrió la misma suerte que sus dos compañeros.
Un cuarto trabajador estuvo también tentado de ingresar para sacar a sus amigos, pero se lo impidieron.
Estupefactos vieron cómo tres compañeros de trabajo, expiraban sin poder hacer mucho por ayudarlos.
MENOS DE MIL PERSONAS
El centro poblado menor Los Ángeles cuenta con menos de mil pobladores que padecen aún la falta de agua y desagüe. La colocación de alcantarillas, anhelado por años, evitaría las enfermedades cutáneas.
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