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Como es de costumbre, en el entre tiempo de las series del campeonato, los competidores se acercan a la playa para practicar su deporte favorito: surfear. Esto fue lo que pasó Franco Pumarayme, un joven que al acercarse al agua brava buscó la posición adecuada, sin pensar que al hacerlo, le daría un calambre. Esto atemorizó al joven y lo dejó inmóvil, pero segundos después, casi por reacción de impulso, recordó que llevaba un celular que le regaló su madre días atrás. El smartphone (de última generación), funcionaba también cuando estaba dentro del agua. La señal del dispositivo incluso permitía comunicarse en sótanos y espacios donde es casi imposible que los celulares funcionen.

Según el testimonio de Franco, una vez que sacó el celular, marcó a uno de los números que aparecían como llamadas más recientes, este era el de José Gomez (conocido como Jarita), su profesor de surf en la Primera Escuela Municipal de Punta Negra. El profesor, quien había asistido al campeonato, recibió la llamada mientras miraba el espectáculo y apenas supo que su alumno estaba en peligro, se lanzó al mar para salvarlo. Cabe destacar que Jarita cuenta con un certificado de la Asociación de Surf de Australia.

Mientras era rescatado, Franco, quien ya se sentía como un sobreviviente, se tomó un selfie para inmortalizar el momento con el celular acuático que le salvó la vida. Alrededor del campeonato, nadie entendía lo que pasaba y entre gritos de preocupación sabían que Jarita ya se había dirigido al mar y probablemente la situación estaría bajo control. Al principio nadie imaginó lo que pasó y para muchos fue increíble darse cuenta de lo mucho que la tecnología se puede involucrar con nosotros.

LA REPUBLICA