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Óscar Flores Ch.

Es cuestión de tiempo. Recomiendan estar listos para lo peor. Solo en noviembre se han registrado en el país 20 sismos entre 3 y 5 grados en la escala Ritcher. Los dos últimos movimientos telúricos de grado 5,8 y 4, que remecieron anteayer y ayer nuestra ciudad a las 3:06 p.m. y 3:41 a.m., son un claro indicio de que nuestra capital no está libre de sufrir una catástrofe. 

Y esto se agrava pues, pese a los constantes temblores, las placas tectónicas frente al mar chalaco no han liberado energía acumulada durante más de 260 años, revela el director del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera.  

"Un sismo devastador puede ocurrir en cualquier momento, hay que estar preparados... El sismo en Cañete (registrado el lunes pasado) ha sido pequeño, en algún momento, en el tiempo, se presentará uno mayor", manifiesta.

Además, refiere que desde 1746 no ocurre un sismo "grande" en las costas limeñas. En ese año, un sismo de 9 grados destruyó la capital y desató una ola de 17 metros que arrasó con el Callao. 

"Un sismo de grado 8 o 9 podría ocurrir a cualquier hora, en cualquier lugar; no lo podemos descartar", alerta por su parte el presidente de la consultora en ingeniería Cesel, Raúl Delgado. Agrega que solo un terremoto de 8 grados dejaría pérdidas económicas en infraestructura de producción y servicios básicos (hospitales, escuelas, construcciones viales, reservorios de agua) de más de US$ 70 mil millones.

¿Estamos preparados?

Nuestra ciudad ¿está preparada para resistir un fuerte sismo de magnitud 8 o 9? Según Tavera nuestra capital no está preparada para afrontar un sismo letal. "Muchas viviendas en Lima han sido edificadas con material pobre y sobre suelos inestable como las viviendas ubicadas en Villa El Salvador (VES), Lurín, Ventanilla, Callao y Chorrillos", precisa.

Según un estudio del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (Cismid), las zonas en las que se detectarían un alto riesgo de daños materiales y humanos se registrarían en La Molina, Chorrillos, Comas, Puente Piedra, San Juan de Lurigancho (SJL) y Villa El Salvador. El estudio puntualiza que un sismo de más de 8 grados tumbaría el 43% de las casas de SJL y derribaría el 88% de las viviendas de VES.

Peligro en El centro

Pero ¿qué pasaría en el Centro Histórico de Lima? Según la consultora del Centro de Investigación, Documentación y Asesoría Poblacional ( CIDAP), Silvia de los Ríos, en Lima Metropolitana existen alrededor de 121.551 predios tugurizados. 

Están construidos de adobe y quincha, y la mayoría fueron edificados en el siglo XVI. Estos, ante un sismo mayor, serían derribados en el acto.

"Solo en el Cercado de Lima existen 27.094 (22% del total) casas tugurizadas, habitadas por 105.635 personas, que resultarían afectadas directamente ante un eventual sismo".

Y hay más. La arquitecta además señala que en el Damero de Pizarro se verían afectadas 608 monumentos denominados Patrimonio Cultural de la Nación y declarados a la vez en "riesgo de colapso", también 555 monumentos civiles y domésticos (casonas y hospicios; más 55 monumentos religiosos). "La comuna limeña debe ejecutar ya el Fondo Municipal de Renovación Urbana para  rehabilitar las viviendas emblemáticas, pues el terremoto no avisa ni da tregua".

ENFOQUE - Alfredo Murgueytio, jefe nacional de Indeci

La familia debe estar preparada

El sismo no avisa. Entonces debemos estar prevenidos para evitar tragedias mayores. Lo primero que debe hacer una persona antes de ocurrir un sismo es revisar si su vivienda es resistente. Debe buscar la opinión de un experto en edificaciones, también tiene que revisar el óptimo funcionamiento de sus instalaciones eléctricas y de gas. Coordinar con sus familiares para delegar funciones. Por ejemplo, quién cargará las mochilas de emergencia y quién desactivará las llaves eléctricas y de gas. También quién evacuará a los ancianos y niños. Durante el sismo debe guardar la calma y ubicarse entre las columnas y vigas. Cerca de las cajas de los ascensores, estos no deben ser usados, tampoco las escaleras. Y ante un tsunami evacuar hacia zonas elevadas, solo tendrá 15 minutos para ello. Después del sismo debe evitar el uso del celular y del teléfono fijo. Use los mensajes de texto y Facebook. Ayude a controlar el miedo de las personas y a evacuar a los heridos.

LA REPUBLICA