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Las compras de los millonarios inmuebles en las Casuarinas y una exclusiva oficina en Surco, supuestamente realzadas por Eva Fernenmbug, fue el inicio de una historia que el mismo ex presidente Alejandro Toledo complicó y que podría terminar con una denuncia en su contra por el presunto delito de lavado de activos. 

A mediados del 2013 el ex mandatario intentaba desenredar el lío inmobiliario que amenaza con acabar sus aspiraciones presidenciales. De no saber nada, pasó a asegurar que acompañó a su suegra Eva Fernenburg a Costa Rica, 2 días antes de la constitución de la empresa.

Aunque su record migratorio reveló que no coincidió con su suegra en este país, extrañamente sí concordó con su ex jefe de seguridad Avi Danon. Las investigaciones periodísticas revelaron que Ecoteva también pagó las hipotecas de las casas de Punta Sal y Camacho.