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Ollanta Humala cumple esta semana un año en la presidencia con un conjunto de ‘celebraciones’ que empezaron ayer con un cambio de gabinete que pretende modificar las formas de su gobierno pero no el fondo de sus políticas.  

La designación de Juan Jiménez Mayor en la PCM es, en ese sentido, una expresión de la dirección que el presidente le quiere dar a su gobierno en el segundo año, y parece, dentro de las circunstancias, un acierto.

Esto ocurre cuando el gobierno enfrenta varios problemas que incluyen una fuerte conflictividad social no resuelta y en la que el gobierno se metió en un callejón oscuro por la terquedad e impericia del anterior premier, y del cual ahora pretende salir mediante una nueva estrategia que ya no privilegie el choque sino el diálogo y la búsqueda de consensos.

El resultado, sin embargo, es que  ha desdibujado el rostro político del presidente Humala, mostrándolo poco dialogante y alejado cada vez más de los sectores que votaron por él. Su aprobación ha caído dieciséis puntos en cuatro meses, llegando a 36% según GFK, debido a una pérdida de confianza de la población.

Asimismo, es evidente que el gobierno está sufriendo una parálisis en la ejecución de varias políticas públicas cruciales debido a que algunos ministros no han tenido la capacidad de ponerlas en marcha con la celeridad y efectividad requeridas.

Algunos de ellos se han ido con este cambio y han sido reemplazados por profesionales capaces que llevan a pensar en la posibilidad de que esta vez sí se pueda alcanzar una mejor combinación de habilidades técnicas y políticas en el gabinete.

Wilfredo Pedraza en Interior es una señal optimista en un sector en el que el gobierno no ha dado pie con bola. Asimismo, Pedro Cateriano en Defensa permite augurar un intento de modernización democrática de las fuerzas armadas, mientras que Midori de Habich (Salud), Milton Von Hesse (Agricultura) y Eda Rivas (Justicia) pueden sacar adelante importantes políticas públicas que están pendientes desde hace mucho tiempo.

Los cambios de ayer significan, en conjunto, un cambio en las formas aunque no el fondo. Esto último lo garantiza la permanencia del ministro de Economía, Miguel Castilla, lo cual constituye una expresión de la voluntad del presidente Humala de continuar la orientación económica.

El cambio será en las formas y lo aportará el premier Jiménez Mayor, quien como ministro de Justicia jugó un buen papel para empezar a desentrampar la crisis de Cajamarca, y cuyo objetivo será darle un rostro dialogante al gobierno y la posibilidad de tender puentes con distintos sectores con la excepción del fujimorismo.

Mucha suerte al nuevo gabinete, el país y el gobierno la  necesitan.

FUENTE LA REPUBLICA

http://www.larepublica.pe/columnistas/claro-y-directo/cambian-las-formas-pero-no-el-fondo-24-07-2012