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Óscar Chumpitaz - LA REPUBLICA

El 8 de julio pasado, una empresaria de espectáculos se presentó a la sede de la Dirección de Investigación Criminal para denunciar que había recibido llamadas telefónicas amenazando con atentar contra su vida y la de su familia si no hacía una transferencia de 10 mil dólares a una cuenta bancaria.

Asustada, la mujer pidió asesoramiento a los policías. ¿Convendría pagar? Los investigadores inmediatamente hicieron un rastreo de las comunicaciones efectuadas desde los celulares 959455866, 938753988, 958859334, 962569889 y 967630672.

El martirio duró varias semanas hasta que agentes de la División Antisecuestros localizaron el lugar de donde se habían realizado las extorsiones: el penal La Capilla, en Juliaca, Puno.

La noche del 26 de setiembre, agentes de la División Antisecuestros, personal del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) y funcionarios del Ministerio Público ejecutaron una requisa, celda por celda, en los pabellones B, C y D de dicho presidio y decomisaron 11 celulares, chips de telefonía y cables de transferencia de datos.

También había hojas sueltas de directorios telefónicos y un cuaderno en las que los reos llevaban un registro de extorsiones y secuestros ordenados o coordinados desde sus celdas.

El chantaje fue abortado. Antes de irse de viaje, la empresaria recibió un último consejo: “No atienda a personas desconocidas”.

La investigación, sin embargo, continuó su curso y fue revelando episodios sorprendentes: con los mismos celulares hallados en el penal de La Capilla se había extorsionado a los alcaldes de Pampacolpa (Arequipa), Pativilca (Lima), Ica y Pueblo Nuevo-Chincha (Ica), Santa y Nuevo Chimbote (Áncash) y Nauta (Loreto).

Pero principalmente fueron blanco de las extorsiones los burgomaestres de Casa Grande, Sánchez Carrión-Huamachuco, El Porvenir, Víctor Larco Herrera, Las Delicias y Virú, en la región La Libertad.

Funcionarios ediles de Huanchaco, del Centro Poblado Huanchaquito, Laredo, Magdalena de Cao, Ascope, Chugay y Santiago de Challas también fueron víctimas del chantaje y amenazas.

El burgomaestre de la provincia de Virú, Ney Gámez Espinoza, manifestó que los delincuentes le exigían el pago de 50 mil soles para no atentar contra su vida ni la de sus dos hijos.

Contó que lo intimidaban mediante mensajes y llamadas a su celular y hasta se atrevieron a llamar al teléfono de la oficina de su asistente en la municipalidad.

A su homólogo del centro poblado de Las Delicias (Moche), Julio Armando Castro Neyra, también le exigían un cupo de 10 mil soles a cambio de no hacerle daño. “Es terrible, te acosan todo el tiempo y tienen información de la familia”, indicó.

El alcalde del centro poblado de Huanchaquito, Roberto de la Cruz Aguilar, también se animó a hacer público que en junio pasado fue intimidado por sujetos desconocidos que le pedían 20 mil soles.

Otra víctima es el alcalde del distrito de Laredo, Javier Rodríguez Vásquez. Su pesadilla empezó desde 2015, en que le pedían 50 mil soles. Luego, empezaron a amenazarlo a través de mensajes de texto y llamadas en el que le advertían que lo estaban vigilando y que se comunique a un número telefónico para llegar a un acuerdo.

Desde el penal La Capilla, los reos también intimidaron a los gobernadores regionales de La Libertad y Lambayeque, así como a los propietarios de nueve empresas y 16 personas naturales.

De acuerdo al informe de la Dirincri al que La República tuvo acceso, los grupos dedicados a la extorsión a autoridades, empresarios y personas naturales de todo el país, estarían siendo liderados por los presos Carlos Plascencia Cruz ‘Loro’, Evelio Torres Villalobos ‘Loco’, Jorge Luis Mansilla Paiva ‘Panetón’ y Marco Haro Rodríguez ‘Haro’.

También participarían Galo Gastelo Saavedra ‘Galo’, Richard Portilla Quijano, Juan Portilla Quijano y Ángel Audante Gutiérrez, recluidos en los pabellones C y D de La Capilla.

El 28 de setiembre, durante una incursión en la que participó la fiscal Ángela Catacora Aguirre se confiscaron cinco celulares. La operación permitió identificar plenamente a Carlos Enrique Plascencia Cruz como el autor de las llamadas a la empresaria de espectáculos extorsionada en julio. Este sujeto ocupaba la celda 3 del pabellón D donde se encontró un celular Samsung.

Como resultado del análisis de los reportes telefónicos obtenidos de los celulares incriminados, se estableció que los números 938753988, 958859334 y 962569889 fueron empleados para llamar a las autoridades ediles, regionales y a personas jurídicas y naturales de Arequipa, Ica, Lima, Áncash, Loreto, Lambayeque y, principalmente, La Libertad.

Con esos números intimidaron a ejecutivos de las empresas Turismo Paramonga, Hotal Chicama, Hoteles Casa Moche SAC, Turismo Díaz, Avícola Yugoslavia, Avícola San Pedro y también a funcionarios de la Red de Salud, en San Juan de Lurigancho.

Los investigadores de la Dirincri han dado cuenta al comando policial que el penal La Capilla, al encontrarse enclavado dentro de una zona urbana y al no poseer un sistema de bloqueadores de telefonía, se ha convertido en un ‘service’ del hampa.

“Los delincuentes, aprovechando estas carencias de seguridad, vienen obteniendo de manera ilícita equipos celulares para cometer extorsión, actuando impunemente por la lejanía del lugar con relación a sus ocasionales víctimas de la zona costera”, refiere el informe.

El documento señala también que los internos obtienen información personal y laboral de las víctimas por intermedio de cómplices en libertad (amistades o familiares) antes de efectuar las llamadas extorsivas, ocasionando un clima de inseguridad ciudadana.

Agentes a cargo de las investigaciones dan cuenta de que la extorsión a través de medios telefónicos es un “delito en auge”. Desde el mes de julio la Policía lleva una relación detallada de los números utilizados para extorsionar, admitió un oficial de laDirincri.

Cifras extraoficiales indican que entre los meses de agosto y setiembre se recibieron 70 denuncias en las distintas unidades del componente policial. Un promedio cercano a 2 diarias.

De ellas, 65% se realizaron desde el reclusorio La Capilla, una instalación que no cuenta con un sistema de bloqueadores de señal de líneas telefónicas.

Solicitan en efectivo

Anteriormente los extorsionadores exigían que las víctimas pagaran la cuota con tarjetas telefónicas. En este momento solicitan efectivo o transferencias bancarias.

“Se han organizado hasta un nivel en que los delincuentes tienen cómplices en el exterior, que prestan sus cuentas bancarias para recibir los fondos e igualmente hacen los cobros del dinero”, explicó el ex director de la PNP, general (r) Luis Montoya.

Agregó que en muchos de los casos las llamadas originadas desde las cárceles no tienen mayores consecuencias, pero advirtió que todos los casos deben ser analizados pues existe una pequeña posibilidad de que los extorsionadores cumplan sus amenazas.

Luego de la investigaciones realizadas por los agentes de la División Antisecuestros,surgió una seria preocupación en la Policía Nacional y el Instituto Nacional Penitenciario.

Y es que 77 delincuentes de alta peligrosidad que antes purgaban prisión en la gélida cárcel de Challapalca, ahorahan sido trasladados al penal La Capilla.

Ellos son Jacinto Aucayari Bellido, Fredy Acevedo Marín, Dammert Arteaga Alvarez, Ángel Audante Gutiérrez, Daniel Ayala Peña, Edgar Barturen Pélaez, Mario Bolaños Figueroa, Marcos Calderón Pérez, Ney Campos Herrera, Alex Carhuaz Toribio, César Castañeda Verau, Luis Castro Ramírez y Wilmer Chapoñan.

También figuran Luis Coronel, Walter Cazal, Oscar Gil Retes, Medardo Goicochea Vega, Moisés Graus Luján, Róger Guerrero Morales, Juan Carlos Herrera, Percy Ñaupa, Hugo Muñoz Mamani, William Soncco, Óscar Vargas Palomino, Jhony Vásquez Carty, Richard Vásquez Corrales, Silver Yarlequé García, entre otros cabecillas de bandas.

Según la Policía, uno de los principales extorsionadores desde prisión sería Jorge Luis Mancilla Paiva (a) ‘Panetón’, cabecilla de la banda ‘Las Hienas del norte’, que cobró triste notoriedad en la década de los 90, cuando mató a cuatro policías que intentaron capturarlo. 

Años después fue atrapado y actualmente cumple una condena de 35 años de prisión.

Otro de los que lideraría un grupo de extorsionadores sería nada menos que Evelio Armando Torres Villalobos, (a) Chico Dinamita, cabecilla de la banda Los Malditos del Norte. Unos 40 empresarios, comerciantes y transportistas de Lambayeque abandonaron sus negocios por las amenazas que realizaba este grupo de hampones.

Galo Gastelo Saavedra, otro de los investigados, integró una superbanda dedicada a la extorsión.

Ángel Audante Gutiérrez, otro presunto cabecilla, participó en el plagio de la catedrática de la Universidad Católica, Heidi Spitzer Chang.

Los agentes de la Dirincri recomendaron declarar en emergencia el establecimiento penitenciario La Capilla por el alto índice de internos de alta peligrosidad.

También aconsejaron realizar una reclasificación de internos de alta peligrosidad y que sean trasladados al penal de Cochamarca (Cerro de Pasco) por carecer de cobertura telefónica. Y pidieron instalar bloqueadores en el penal de La Capilla.