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Escribe: Ada Cruz -EXITOSA

En Comas e Independencia existen más de 20 colegios privados que funcionan en construcciones inadecuadas para albergar a escolares. La informalidad es tanta que, incluso, dos hoteles han sido acondicionados para convertirse en escuelas.

Así lo revela Edgardo Palomino, presidente de la Asociación de Colegios Privados de Lima (Acopril). Se trata de los colegios Technology Schools y Saco Oliveros, ubicados en el pasaje 47 y 44, respectivamente, en la zona El Retablo de Comas; estas edificaciones de cinco pisos aún conservan su diseño hostelero.

“El colegio Saco Oliveros ha sido abierto hace una semana en lo que antes era el Hotel El Olimpo. De los tres locales que tiene en Comas, solo uno cuenta con resolución de funcionamiento, pero el que funciona en este hospedaje no tiene permiso”, informa Palomino.

Inscripciones ya empezaron

A pesar de no contar con código modular, Exitosa verificó que en el hotel se están haciendo trabajos de remodelación para convertirlo en un plantel escolar. Así también, las inscripciones para el ciclo escolar ya están abiertas.

El mayor temor de los denunciantes es que el Ministerio de Educación (Minedu) les autorice la apertura por presión de padres de alumnos matriculados, como ha pasado en otras ocasiones.

“Esos hoteles no tienen patios amplios, solo escaleras. No tienen infraestructura para colegio; si hay un sismo, los alumnos no podrán evacuar, por eso sus vidas están en riesgo”, comenta el representante de Acopril.

Asimismo, estos centros educativos están situados en pasajes estrechos, frente a más hoteles, bares, karaokes y night clubs.

Mal uso de resoluciones

A través de la página ‘Escale’ (Estadística de la Calidad Educativa) del Minedu, también se comprobó que en Independencia, solo en la zona de Payet, existen 20 colegios (entre ellos: José María Arguedas, Las Américas y San Antonio de Padua) que usan ilegalmente la licencia para funcionar en niveles o direcciones distintas a las autorizadas en el código modular.

Malos funcionarios

Acopril revela que malos funcionarios de la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (DRELM) y del Instituto de Defensa del Consumidor y de la Propiedad Intelectual (Indecopi) no han oído sus quejas para frenar el crecimiento de colegios de pésima infraestructura.

“Se demoraron una eternidad. Cuando hicimos la denuncia, en el caso del colegio Technology Schools, el ministerio respondió que el silencio administrativo jugó a su favor. Con malos funcionarios, los expedientes y las resoluciones de apertura salen de manera automática”, advierte Palomino.

Reclaman a municipalidades

Acopril exige que se controlen y anulen las licencias de funcionamiento de los colegios que utilizan estas infraestructuras para funcionar, pues ponen en riesgo la integridad de los escolares.